Hoy en día es común para nosotros tener al
alcance de nuestras manos un diario, un televisor, una radio, un teléfono
celular, una computadora, una Tablet, un libro electrónico o digital y así se
puede seguir enumerando un sin fin de productos tecnológicos de los cuales
somos usuarios y a los cuales les damos diferentes usos: ya sea como
entretenimiento, como herramienta de trabajo o para que nos informen o nos
eduquen a diario. Pero ¿alguna vez se
preguntaron cómo llegaron a nuestro alcance los medios de comunicación y los
productos tecnológicos?
Comencemos por explicar qué son los medios de comunicación
y para qué nos sirven: se llaman medios a toda estructura socialmente instituida
de comunicación y, por extensión, al soporte de esa estructura, la acción de
los medios tiene lugar en el corazón de la vida social. Es un instrumento de
socialización, como lo son la familia,
la escuela o el trabajo, ya que forman sentimientos y creencias, entrenan los sentidos y ayudan a
formar la imaginación social. Llegan a las personas a través de la vista
(imágenes), el oído (sonidos, melodías) o de ambos (televisión,
películas, videos), en combinaciones muy atractivas y envolventes. Los
medios de comunicación son muchos, pero los más masivos y con más llegada al
público son la prensa, la radio, la televisión y en el último tiempo se ha
integrado también a este grupo internet.
Vayamos por un poco de historia
para poder entender cómo llegaron los medios a nuestro alcance, Jean Martin,
decía que los primeros libros pretendían reproducir la apariencia de los
manuscritos. Las letras iniciales se resaltaban a mano y había bordes
coloreados muy elaborados, y un impreso no dudaba en tallar un nuevo ojo de
tipo a imitación del manuscrito que iba a ser copiado. Pero tales prácticas
exigían una labor intensiva. Gradualmente, empezaron a surgir elementos de
estandarización ya que ciertas categorías de libros tenían que imprimirse en ojos de tipo particulares. Empezaron a
utilizarse los grabados en madera en vez de las iniciales dibujadas a mano. Al
mismo tiempo se operaba un cambio fundamental. Tomando la delantera de los
humanistas, los impresores se
encontraron con un modo bastante natural regularizando la ortografía, adoptando
y unificando sistemas más lógicos de puntuación y clarificando la división del
texto en párrafos en cada página. Mientras, el libro impreso estaba alcanzando
lo que Lucien Febvre llamó su etat civil, un lugar definido en el orden social.
El íncipit en la parte alta de la primera página de un manuscrito se convirtió
en la página para el titulo, presentando el emblema del impresor y su
dirección. Todas estas innovaciones quedaron más o menos establecidas en torno
al año 1530, con el triunfo del humanismo, las formas de letra romana, a modo
de sello de marca del nuevo espíritu, se
difundieron de Italia y Francia a la mayor parte de Europa, desplazando a las
formas de letra gótica menos legibles que estaban desapareciendo fuera de Alemania,
así nació el libro moderno.
En un primer momento la revolución
intelectual no afecta en un principio, más que a unos cuantos miles de
individuos en Europa, la evolución de los textos y de las lecturas revela un
proceso general de apertura. Barbier en el capitulo 1 del libro “Historia de los
Medios” explicó que La editorialtradicional del antiguo régimen se caracterizaba por tres elementos
principales: a) Un mundo cerrado: De aquí que las modificaciones técnicas eran
muy poco numerosas. Las máquinas imprentas eran de madera accionada por
la fuerza humana, de baja productividad y el taller tipográfico fue un negocio
de familia, que se autofinancia y había una sucesión interna de maestros
Imprenteros.
b) Una lógica corporativa: Imprenteros, editores de fondos y libreros mayoristas se organizan en corporaciones, que, a cambio de su trabajo y la autocensura sobre el sector, eran beneficiadas con privilegios de exclusividad por parte de las autoridades. Se produjeron así, libros caros en pequeñas tiradas, los grandes editores parisinos, no se interesaban en nuevos tipos de especulación .c) Lectura y distinción: El público lector pertenecía a microambientes ilustrados y geográficamente alejados. Si bien el siglo XVIII, de las Luces, incrementa la alfabetización, las condiciones materiales impedían el acceso regular a lo impreso. Del otro lado, los nobles poseían bibliotecas más importantes incluso que las eclesiásticas, ya que eran un elemento de status social privilegiado. Esta ausencia de un público numeroso impidió (hasta la 2da mitad del Siglo XVIII), un proceso de automatización de las actividades de escritura: el escritor, para vivir, debía ser noble o tener una profesión. Hoy en día cualquier persona tiene acceso a poder leer lo que más le interese, no hace falta que pertenezca a una clase social acomodada. ¿Se imaginan viéndose a ustedes sin tener acceso a la lectura? (sea esta por medio de libros virtuales, computadoras, diarios impresos etc.), suena algo raro ¿no? Uno de los sectores más dinámicos de la edad de la editorial del antiguo régimen estaba constituido por lo que se llamaría hoy la economía política, se desplazaban los artículos periodísticos de índole política por vías de folletos, de esta manera se construían los debates públicos, ¿quién se imaginaria eso cuando en nuestra actualidad los debates políticos se realizan hasta cuando viajamos en colectivo?
b) Una lógica corporativa: Imprenteros, editores de fondos y libreros mayoristas se organizan en corporaciones, que, a cambio de su trabajo y la autocensura sobre el sector, eran beneficiadas con privilegios de exclusividad por parte de las autoridades. Se produjeron así, libros caros en pequeñas tiradas, los grandes editores parisinos, no se interesaban en nuevos tipos de especulación .c) Lectura y distinción: El público lector pertenecía a microambientes ilustrados y geográficamente alejados. Si bien el siglo XVIII, de las Luces, incrementa la alfabetización, las condiciones materiales impedían el acceso regular a lo impreso. Del otro lado, los nobles poseían bibliotecas más importantes incluso que las eclesiásticas, ya que eran un elemento de status social privilegiado. Esta ausencia de un público numeroso impidió (hasta la 2da mitad del Siglo XVIII), un proceso de automatización de las actividades de escritura: el escritor, para vivir, debía ser noble o tener una profesión. Hoy en día cualquier persona tiene acceso a poder leer lo que más le interese, no hace falta que pertenezca a una clase social acomodada. ¿Se imaginan viéndose a ustedes sin tener acceso a la lectura? (sea esta por medio de libros virtuales, computadoras, diarios impresos etc.), suena algo raro ¿no? Uno de los sectores más dinámicos de la edad de la editorial del antiguo régimen estaba constituido por lo que se llamaría hoy la economía política, se desplazaban los artículos periodísticos de índole política por vías de folletos, de esta manera se construían los debates públicos, ¿quién se imaginaria eso cuando en nuestra actualidad los debates políticos se realizan hasta cuando viajamos en colectivo?
Otro aspecto importante de la segunda mitad del
siglo XVIII se caracterizó en que fue una época fuerte de la venta ambulante de
libros, las redes se organizaban alrededor de ciertos puntos, donde las
imprentas editaban los llamados “libritos azules”, impresos de difusión y obras piratas o prohibidas. Algunos vendedores ambulantes salían una vez por año
de su ciudad para realizar una excursión por la región, donde difundían a
través de libreros locales, los nuevos almanaques, calendarios y periódicos que
se leerían a lo largo del invierno. Otros son verdaderos profesionales que
construían a través de cada región discretas redes paralelas de difusión de libros,
el rol de estas redes era esencial ya que se trataba de libros prohibidos. Hoy en día es común ver la circulación de
productos piratas, Nestor Garcia Canclini llama piratas a quienes
reproducen sin autorización y con fines comerciales textos, imágenes, músicas y
otros bienes culturales cuyos derechos están protegidos legalmente. El derecho
angloestadounidense establece el copyright, noción centrada en los
derechos de producción que abarca un espectro más amplio: grabaciones sonoras,
emisiones radiales y televisivas, incluyendo o tratando de incluir
recientemente soportes digitales.
Volviendo un
poco a Barbier, las redes fueron
difíciles de sorprender por la policía pero se sostenían sobre un cierto número
de elementos estables. Los albergues eran un punto fijo de esta geografía de la
itinerancia. El comercio prohibido llegó
también a su misma ciudad, que fue su mercado principal, a pesar de la
oposición y denuncias de los libreros establecidos.
En esa misma época, el gabinete de lectura
había alcanzado importancia. La producción impresa aumentó y la extensión de
los públicos también. Aparecieron otros lectores que no podían comprar los
libros que deseaban, y que no eran recibidos como miembros de la sociedad de
lectura. Tenían que ver con una cuasi-marginalidad que abría una brecha con la
burguesía lectora.
En esta época también surgieron los libreros innovadores:
se trató de una nueva apertura psicológica por parte de ciertos profesionales
que intentaron reorientar sus actividades e inventaron productos nuevos, que les
permitieron ponerse a la cabeza de la industrialización. Otro aspecto
importante de este periodo fue el de la lectura como alineación y
peligro: acá se hacía referencia a la ampliación del acceso a la
lectura de la población alcanzada a través de tal o cual medio con el
consecuente conjunto de efectos psicológicos que se temía no poder controlar y
que provocaron un sentimiento de malestar e inquietud social. Y para esta
época, cuando la coyuntura de conjunto del negocio editorial evolucionaba en
profundidad, y cuando la ideología de la Ilustración se impuso, no solo en
Francia sino en otros países, ciertas sensibilidades aparecieron muy marcadas
por posiciones tradicionales o bien reaccionarias. En Alemania, la “locura de
leer” permitió subrayar uno de los elementos característicos de la mediación:
los efectos de rechazo de una transformación relativamente rápida de las
técnicas y prácticas ligadas a los medios dominantes, y las inquietudes y
oposiciones que transitaban.
Con la Revolución, el problema central en Francia
fue de orden político: tan pronto como el Estado participó de todos los
asuntos, la lectura estuvo abocada fundamentalmente a la política. La religión
pasó a ocupar un papel secundario.
En Alemania, con la revolución de la lectura, en
cambio, la misma fue extensiva, pero sobre todo erudita, y buscó responder a la
problemática del tiempo.
A modo de
cierre se puede decir que La historia
de los Medios modernos comienza
con el libro impreso, el cual fue desde muchos puntos de vista una revolución.
Sin embargo, la impresión de libros inicialmente no fue más que una técnica
capaz de reproducir en serie textos antiguos. Más tarde y lentamente comenzó a
producirse un cambio de contenido: aparecen aspectos más prácticos y populares,
de la vida secular, panfletos políticos y textos religiosos en lenguas
vernáculas. El mundo medieval comenzaba a transformarse y la difusión de la
imprenta jugó un papel muy importante en esta modificación que se produjo en la
sociedad.
Desde que el hombre es hombre ha experimentado la
necesidad de comunicarse con sus semejantes. El carácter más complejo de las
sociedades lo ha llevado, a lo largo de su historia, a buscar la manera de
encontrar soluciones para expandir los límites de las comunicaciones.
El libro surge como una forma de actuar sobre públicos muy vastos y distantes. Y de pronto, el hombre dominó la electricidad. Entonces se produjo el salto de la galaxia Gutenberg a la galaxia Faraday: los medios de comunicación electrónicos suplieron a las antiguas tecnologías. Entonces, el mensaje se volvió táctil y los medios se transformaron en una prolongación de nuestro propio cuerpo: "El circuito electrónico es más bien la extensión del sistema nervioso central. Todos los medios electrónicos representaban una extensión de las funciones o los sentidos de nuestro cuerpo, como lo significaban las antiguas tecnologías mecánicas", como dice la Licenciada Silvina Torres. Son los medios y sus transformaciones los que producen los verdaderos cambios. Los contenidos de los mensajes intercambiados por los hombres importan menos que los vehículos utilizados. Es difícil saber cómo será la próxima evolución de los medios de comunicación, lo cierto es que es bueno tener en cuenta cómo fueron surgiendo todos ellos para poder comprender tantos cambios.
Verònica Guerra.
El libro surge como una forma de actuar sobre públicos muy vastos y distantes. Y de pronto, el hombre dominó la electricidad. Entonces se produjo el salto de la galaxia Gutenberg a la galaxia Faraday: los medios de comunicación electrónicos suplieron a las antiguas tecnologías. Entonces, el mensaje se volvió táctil y los medios se transformaron en una prolongación de nuestro propio cuerpo: "El circuito electrónico es más bien la extensión del sistema nervioso central. Todos los medios electrónicos representaban una extensión de las funciones o los sentidos de nuestro cuerpo, como lo significaban las antiguas tecnologías mecánicas", como dice la Licenciada Silvina Torres. Son los medios y sus transformaciones los que producen los verdaderos cambios. Los contenidos de los mensajes intercambiados por los hombres importan menos que los vehículos utilizados. Es difícil saber cómo será la próxima evolución de los medios de comunicación, lo cierto es que es bueno tener en cuenta cómo fueron surgiendo todos ellos para poder comprender tantos cambios.
Verònica Guerra.
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